La que probablemente fue «la última bruja de Europa» fue rehabilitada ayer en Suiza, 226 años después de que fuese decapitada. El Parlamento del cantón oriental de Glarus declaró inocente a Anna Göldi, ejecutada en 1782, y calificó de «asesinato judicial» el proceso llevado a cabo entonces ante el Consejo Evangélico.